Los aficionados podrán adquirir entradas personalmente hasta el 2 de julio, cuando se disputará la final del torneo en San Petersburgo.
Por el momento, se han vendido por internet 211.000 entradas, cuando la organización se ha marcado como objetivo poner a la venta casi 700.000.
El ministro de Deportes ruso, Vitali Mutkó, reconoció que al comité organizador le preocupa el lento ritmo de compra de entradas, aunque expresó su confianza en que la apertura de los centros de venta dispare el interés a partir de ahora.
Mutkó destaca que a los rusos les gusta comprar las entradas en persona, mientras que la FIFA cree que otro rasgo de la idiosincrasia rusa es dejar las cosas hasta el último momento.
En lo que se refiere a la compra de entradas por internet, los rusos encabezan la lista de compra por delante de mexicanos y chilenos.
La organización recuerda que con la compra de la entrada no es suficiente para acudir a los partidos, ya que además hay que solicitar un pasaporte de aficionado, uno de cuyos objetivos es limitar el acceso de ultras a los estadios.
La Copa Confederaciones se jugará también en Kazán, que abrirá su centro de venta próximamente, según informó la FIFA en un comunicado.
La FIFA hará en breve la última visita de inspección a Rusia, que ha construido tres nuevos estadios para dicha competición y que también acogerán el Mundial en 2018: Kazán, Spartak Moscú y San Petersburgo.
A ellos se suma el de Sochi, que fue la sede de las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno en 2014, ha sido transformado en estadio de fútbol y acogerá la final de la Copa de Rusia el 2 de mayo.
El estadio de San Petersburgo, salpicado por numerosos escándalos y continuos retrasos, podría acoger su primer partido este fin de semana, entre el Zenit y el Ural, correspondiente a la liga rusa.
La campeona mundial, Alemania; la europea, Portugal; la suramericana, Chile, y la centroamericana, México, entre otras, disputarán la Copa Confederaciones entre el 17 de junio y el 2 de julio.EFE