“Creo que se jugará entre el 15 de noviembre y el 15 de enero, como muy tarde”, declaró el “número dos” de la FIFA, Jérôme Valcke, en una entrevista concedida a la emisora “France Info”.
La FIFA lanzó a finales de 2013 una consulta entre los diferentes agentes del fútbol sobre la posibilidad de celebrar el Mundial en invierno, ya que las temperaturas en Qatar en verano pueden alcanzar los 50 grados centígrados y las asociaciones ecologistas se oponen a la climatización de los estadios.
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, ya se había mostrado favorable a que el Mundial se celebre en invierno, entre noviembre y diciembre de 2022, aunque quiso pulsar la opinión del mundo del fútbol antes de tomar una decisión definitiva.
“Tenemos que discutir con todas las partes, porque el cambio de fechas del verano al invierno significaría el cambio del mapa de la temporada de fútbol en todo el mundo”, señaló Blatter el pasado noviembre desde Abu Dhabi.
Por su parte, el secretario general del comité de organización de la Copa del Mundo de Qatar 2022, Hassan al-Thawadi, aseguró el pasado noviembre que ese país está dispuesto a albergar esa competición tanto en invierno como en verano y que aceptará la decisión que tome la FIFA.
La polémica sobre las altas temperaturas en verano en Qatar se suma a otras sobre la atribución de la competición a ese país, como la acusación de la revista “France Football” sobre la presunta “compra” del Mundial o las supuestas condiciones de “semiesclavitud” en las que trabajan de los inmigrantes que construyen las nuevas infraestructuras. EFE