Alonso llega a la sexta prueba del certamen en la segunda posición en la clasificación del certamen, empatado a 61 puntos con el líder, el alemán Sebastian Vettel (Red Bull), y con la clara idea de ratificar el paso adelante dado por Ferrari en el GP de España, donde fue segundo tras el venezolano Pastor Maldonado (Williams).
Tras unas carreras iniciales con las prestaciones de Ferrari muy alejadas de McLaren, Red Bull, Mercedes y Lotus, sólo el talento de Alonso, que ganó una carrera condicionada por la lluvia, permitió al doble campeón del Mundo no descolgarse de la clasificación.
Las mejoras aplicadas al F2012 en Barcelona surtieron efecto y por primera vez en la temporada Ferrari tuvo una actuación destacada en la sesión de clasificación que ratificó el domingo en la carrera.
Otro aliciente para Alonso en esta carrera será lograr la victoria con una tercera escudería en Mónaco, tras las logradas en 2006 con Renault y en 2007 con McLaren.
Mónaco es la carrera más corta del año, con 50 kilómetros menos que el resto de pruebas, pero la estrechez por las que se circula en el circuito urbano exige a los pilotos a tener la máxima confianza en sí mismo y en el coche, con el objetivo de buscar el límite de las barreras de seguridad.
Si ya de por sí la carrera de Montecarlo es diferente al resto de grandes premios, este año llega con más incógnitas que nunca, después de que las cinco carreras disputadas del certamen se hayan resuelto con cinco ganadores distintos de otras tantas escuderías.
Las dificultades que se han encontrado las escuderías para comprender los neumáticos Pirelli de esta temporada ha ayudado a este inicio tan inusual del campeonato, ya que ninguna parece haber dado con la tecla para rendir con regularidad en las primeras carreras.
En esta ocasión, los equipos se encontrarán con el asfalto menos abrasivo del campeonato, lo que unido a la menor distancia de la carrera obligará a plantear una estrategia con los neumáticos muy diferente a las planteadas hasta la fecha.
Así, estas particularidades de la temporada, unidas a las que ofrece la carrera monegasca, abren el abanico de candidatos al triunfo, si bien pilotos del talento de Alonso, Vettel, los británicos Lewis Hamilton y Jenson Button (McLaren), el finlandés Kimi Raikkonen (Lotus) presentan, quizá, más opciones a la victoria.
Junto a ellos, Maldonado llegará a la carrera pletórico de moral tras el triunfo conseguido en Barcelona, el primero en la Fórmula Uno, y querrá refrendar su victoria con una buena actuación en el exigente trazado de la emblemática carrera de Mónaco.
Especial será la carrera para el mexicano Sergio Pérez (Sauber), tras el accidente que sufrió en la sesión de clasificación de la carrera del año pasado, cuando a la salida del túnel el coche giró hacia la derecha, golpeó contra los raíles de seguridad y sin control se estrelló violentamente contra las protecciones.
El accidente, que obligó a que el mexicano fuera evacuado en ambulancia a un centro hospitalario, le impidió correr la carrera del domingo y aunque intentó participar en la siguiente cita del Mundial, en el GP de Canadá, finalmente tuvo que ser reemplazado por Pedro de la Rosa al sentir mareos en la sesión de entrenamientos del viernes.
Precisamente este accidente motivó que los organizadores del Gran Premio de Mónaco anunciasen una serie de modificaciones para mejorar la seguridad para 2012.
En HRT, el español Pedro Martínez de la Rosa seguirá con la labor de dar un paso adelante en su objetivo de acortar distancias con el resto de escuderías.
Cumpliendo con la tradición de Mónaco y a diferencia del resto de carreras, la jornada de entrenamientos libres se realizará el jueves, el viernes será jornada de descanso y el sábado se disputará una de las sesiones de clasificación más importantes del año dada la dificultad de adelantar en carrera.
El domingo se disputará la carrera sobre el trazado urbano de 3,340 kilómetros, al que se dará 78 vueltas hasta completar 260,520 kilómetros frente a los 305 mínimos fijados en el resto de pruebas.
César Toldrá