El delantero paraguayo de Independiente, Adrián Fernández (21) volvió a brillar luego de un momento difícil, en el que quedó relegado y casi fue cedido a otro club en la pausa del torneo argentino.
El nombre de Adrián había sonado fuerte en el 2013, cuando apareció con sus goles en la lucha del Rojo por no descender. A pesar de sus buenas actuaciones no se logró el objetivo y con el correr de los partidos fue perdiendo lugar en el equipo.
LO MEJOR FUE NO SALIR
A pesar de la posibilidad de pasar a Estudiantes, para buscar tener más minutos, Fernández decidió seguir en el Rojo, según explicó a Clarín, y no se arrepiente.
“Para salir de un club muy grande como este e ir a otro para ver qué pasaba, preferí quedarme y no me arrepiento. Voy a dar todo para ganarme un lugar. Nunca hay que conformarse”, dijo el jugador al diario argentino.
SU PSICÓLOGO, SU PADRE
Señaló que en el peor momento, cuando pasó de ser el “salvador” a casi no jugar, fue su padre quien lo sostuvo, al punto de ser prácticamente un psicólogo para él.
"Él (como exjugador) desde su experiencia me apuntala. Me dijo ‘no te creas el mejor cuando estás arriba ni el peor cuando estás abajo’. Yo estuve arriba y sé que puedo volver a estarlo”, apuntó el jugador.
EL OBJETIVO
Ahora se viene la segunda parte de la lucha, seguir trabajando duro para ganar cada vez más minutos en el campo.
Adrián comento que “no es sencillo estar sentado esperando en el banco y que cuando te llama el entrenador para entrar sabés que tenés 15 o 20 minutos para demostrar todo. Se complica. Uno entra ansioso, acelerado”.
Su meta es volver a ser quien le de las mayores alegrías al público con sus goles y demostrar lo que puede dar “sin perder la tranquilidad y la seguridad”.
EL GOL QUE VALIÓ UN PUNTO
Fernández le dio un punto a Independiente en el último juego, con el gol que sirvió para el empate ante Boca Unidos.