Este tribunal de la FIGC inhabilitó durante tres años y seis meses al expresidente Luigi Benevento; al exdirector general, Luigi Pavarese, y al medico de la sociedad, Giovanni Rosati, y suspendió al entrenador Gaetano Fontana y a su segundo, Salvatore Fusco.
Además de descender inmediatamente y ser multado con 10.000 euros, sus futbolistas Domenico Danti, Edmunde Etse Hottor, Iuzvisen Petar Kostadinovic, Franco Lepore y Lorenzo Remedi también fueron sancionados por un año.
LO OCURRIDO. Los hechos se refieren al derbi del 10 de noviembre contra el Salernitana, que acabó suspendiéndose después de 21 minutos debido a que los jugadores del Nocerina fueron fingiendo lesiones hasta que el árbitro decretó la imposibilidad de seguir el coche.
Los futbolistas simularon las lesiones para evitar precisamente que se disputase el encuentro, después de ser “amenazados” por los ultras del equipo.
Las autoridades habían considerado de máxima peligrosidad y por tanto habían prohibido la entrada en el campo a los aficionados visitantes para evitar altercados. Algo que no aceptaron los ultras del Nocerina.
Cerca 200 ultras acudieron en la mañana del domingo al hotel donde estaban concentrados los jugadores del “Nocera” y allí les amenazaron e intimidaron si jugaban este partido, al que se les había prohibido asistir.
La sociedad cedió a las presiones de los ultras y tras sólo dos minutos del primer tiempo el técnico del equipo, Gaetano Fontana, cambió a tres jugadores y agotó así el número de sustituciones. Poco después, uno tras otro, cinco jugadores fingieron lesionarse y salieron cojeando del campo. Sin la posibilidad de más cambios dejaron a su equipo en siete.
Por la noche, el cuerpo técnico y todos los dirigentes anunciaron su dimisión ante la triste victoria de los “ultras” del Nocerina y la FIGC abrió una investigación. EFE