De los 639 partidos disputados a lo largo de su carrera por Jan Oblak, 65 de ellos con Eslovenia, ninguno ha sido en un gran torneo de selecciones, como ahora ocurre en la Eurocopa, en la que debuta este domingo ante Dinamarca y en la que irrumpe como capitán para enfrentarse a la historia.
Ha jugado una final de la Liga de Campeones, perdida en 2016 con el Atlético de Madrid en los penaltis en San Siro; otra de la Supercopa de Europa, ganada en 2018 con el conjunto rojiblanco en Tallín -ambas contra el Real Madrid-; y otra de la Liga Europa, derrotado en los penaltis con el Benfica frente al Sevilla en 2014.
Ha disputado 84 encuentros de la máxima competición continental a nivel de clubes, 333 en una de las grandes ligas del mundo, la española, desde que fichó por el Atlético en 2014 para suplir la marcha al Chelsea de Thibaut Courtois, hoy en el Real Madrid.
También ha competido en 65 encuentros con la selección absoluta de Eslovenia (21 de clasificación para el Mundial, 19 de la ronda previa de la Eurocopa, 11 de la Liga de Naciones y 24 amistosos, de los que ganó 30, empató 17, perdió 18 y mantuvo imbatida su portería en 30 ocasiones).
Y es el quinto portero con más valor de mercado en la actualidad en todo el planeta, con 34,5 millones de euros, según el baremo de la plataforma de estadística avanzada ‘Be Soccer Pro’, pero jamás ha disputado ni un Mundial ni un Eurocopa, a la que ahora da el salto con toda la ambición.
Porque Oblak no se conforma simplemente con aparecer en el torneo. Ni con el mérito incuestionable que supone la clasificación de Eslovenia para la segunda Eurocopa de su historia, la primera desde el año 2000, cuando quedó eliminada en la fase de grupos, cuando el guardameta del Atlético apenas tenía siete años.
Ni Oblak ni el goleador Benjamin Sesko, que ha terminado finalmente la temporada con 18 goles, ni sus compañeros ni mucho menos su experto seleccionador, Matjaz Kek, quien, a sus 62 años, ha devuelto a Eslovenia a una gran cita. Ya lo hizo en el Mundial 2010 y ahora ha repetido en la Eurocopa 2024, enfrentado a los pronósticos.
Nunca ha ganado Eslovenia un partido en este torneo (dos empates y una derrota en su anterior y única participación en el año 2000) ni, por extensión, fue más allá de la fase de grupos que se propone ahora, con Dinamarca como prueba de fuego inicial.
Eslovenia nunca la ha vencido en un encuentro oficial, con un empate y cinco derrotas, incluidos sus dos enfrentamientos precisamente en la fase previa de esta Eurocopa. El más inmediato en Copenhague lo perdió el pasado 17 de noviembre. El anterior corresponde precisamente a su único empate contra el bloque danés: 1-1, hace un año, el 19 de junio de 2023.
Dinamarca aspira a más en esta Eurocopa. La ‘Dinamita Roja’ que conquistó el torneo en 1992 fue semifinalista en la última edición, como la revelación de un torneo que empezó con el desplome sobre el campo por un paro cardíaco de Christian Eriksen, recuperado meses después y de vuelta ahora a la Eurocopa, tres años después de aquel dramático suceso.
Derrotada por Finlandia aquel día (0-1) y por Bélgica en la siguiente jornada (1-2), Dinamarca después se recompuso, goleó a Rusia (1-4) en la última cita de la fase de grupos, doblegó con rotundidad a Gales en cuartos de final (0-4) y alcanzó las semifinales, en las que cedió por 2-1 ante Inglaterra, la anfitriona de la final a cuatro.
De entonces a ahora, ha surgido Rasmus Hojlund. El goleador danés de 21 años, autor de siete tantos en doce duelos con su selección, superó la irregularidad y la adaptación inicial a su primer año en el Manchester United para lograr 16 goles en esta campaña. Otro desafío para Oblak.
Alineaciones probables:
Eslovenia: Oblak; Karnicnik, Brekalo, Bijol, Janza; Horvat o Verbic, Adam Cerin, Elsnik; Sporar, Sesko, Mlakar.
Dinamarca: Schmeichel; Andersen, Christensen, Vestergaard; Kristiansen, Hjulmand, Eriksen, Højbjerg, Bah; Højlund, Wind.
Árbitro: Sandro Schärer (Suiza).
Estadio: Stuttgart Arena.
Hora: 12:00 hora paraguaya.