Da Silva fue presentado en el complejo Los Aromos, donde habitualmente se entrena el equipo ‘aurinegro’, en las afueras de Montevideo.
El técnico, que firmará esta tarde un contrato por dos años y que este fin de semana dirigirá al equipo contra el Cerro en el torneo Apertura local, calificó su nueva etapa profesional de “gran desafío” y confesó que fichar por los ‘carboneros’ era “algo que hacía mucho tiempo que estaba esperando”.
“Ojalá mi llegada sirva para que Peñarol sea más grande”, agregó el entrenador, que definió como “un buen plantel” el actual equipo ‘mirasol’, aunque admitió que tiene “alguna carencia” que no especificó.
El nombre de Da Silva había sonado fuerte en los últimos días para sustituir a Gregorio Pérez al frente del Peñarol, incluso antes de que ese entrenador fuera destituido el domingo por la noche debido a su floja campaña en la actual Copa Libertadores y a perder en el último momento el pasado torneo Apertura.
Da Silva anunció el lunes su dimisión a la directiva del Banfield, allanando el camino para asumir en el banquillo ‘carbonero’ que, tras la salida de Pérez había quedado interinamente en manos de Jorge ‘Tito’ Goncalvez, entrenador de una división inferior del conjunto.
El nuevo técnico de Peñarol interrumpía así de forma abrupta su paso por el Banfield, al que apenas dirigió durante tres partidos y por el que fichó procedente del Godoy Cruz de Mendoza para sacarlo de la lucha por el descenso.
El fichaje de Da Silva por el club montevideano estuvo en boca de los medios de comunicación desde la semana pasada tras la goleada que Peñarol recibió en casa ante el Atlético Nacional colombiano por la Copa Libertadores (0-4).
Tras dejar el club, Pérez, que ya había dirigido al equipo en dos etapas anteriores, afirmó a los periodistas que “no merecía” la forma en que fue despedido -por teléfono y tras hablar algún directivo sobre Da Silva- aunque indicó que el club está por encima de las personas que lo integran.
“Durante todos estos días se estuvo hablando” del sustituto, “despreciando por algún lugar a la persona, creo que no está bien”, dijo el técnico antes de expresar su “deseo de que a Peñarol que le vaya bien por su gente y su hinchada”.
Al respecto, hoy Da Silva afirmó a la prensa que se siente “muy tranquilo con su conciencia” y explicó que se había reunido con Pérez, al que dijo admirar “como ser humano y como profesional”, para aclararle que no había tenido contacto con la directiva ‘aurinegra’ antes de que este último fuera destituido.
Como jugador, Da Silva fue un delantero centro con gran olfato goleador que jugó el Mundial de México 1986 con la selección nacional y destacó en el Defensor Sporting uruguayo antes de dar el salto al fútbol español, donde formó parte del Valladolid y del Atlético de Madrid.
De regreso a Sudamérica fichó por el River Plate argentino y después por el América de Cali colombiano, antes de colgar las botas y desarrollar una carrera como entrenador en el Al Nasr de Arabia Saudí y los argentinos Godoy Cruz y Banfield.