13 dic. 2024

El sueño de Gabriela

La joven remera Gabriela Mosqueira que estará en los Juegos de Londres, cuenta cómo es su vida de atleta.

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Surcando las aguas. Gabriela Mosqueira fue admitida por invitación para los Juegos Olímpicos de Londres. Foto: Última Hora.

Es una joven deportista con futuro, que está entrenando en Río de Janeiro, Brasil. Gabriela Alexandra Mosqueira Benítez pasó los últimos meses concentrada exclusivamente en obtener un lugar en los Juegos Olímpicos de Londres. Por segundos no lo pudo lograr en forma directa, pero igual fue admitida por invitación, por ser una de las mejores remeras de Sudamérica.

A sus 22 años, Gabriela repasa con el diario Última Hora cómo es la vida de una atleta de alto nivel y de los sinsabores que pasan cuando no logran sus objetivos.

AÑOS DE SACRIFICIO. “Estos dos últimos meses estuvimos concentrados en Carmelo, Uruguay, en la ciudad natal de nuestro entrenador, Rubén Pesce. Pero, como siempre digo, la preparación de un atleta de élite no es de meses, sino es de años. Creo que más por ese motivo, que por falta de cualquier otra cosa que Daniel (Sosa) y yo no clasificamos”, relata Gabriela.

La no clasificación directa hizo que volviera a Río de Janeiro, donde estudia Fonoaudiología y entrena para el club Botafogo. “Es dura y larga la vida de un atleta de élite. Hay que cosechar durante años y años para poder conseguir resultados. Siempre hay que seguir luchando”, reflexiona Mosqueira.

CUANDO TODO EMPEZÓ. A los 13 años, empezó combatir con las olas del río Paraguay, en el club Deportivo Sajonia, y a los 16 años inició las competencias, logrando cosechas a nivel internacional.

En Río de Janeiro su vida transcurre entre el estudio y el entrenamiento. “Actualmente hago de 4 a 5 horas diarias, entre calentamiento, trabajos específicos en el agua y de musculación y de elongamiento”, confiesa.

NADA ES FÁCIL. Estar lejos de casa nos fácil para nadie y Gaby lo siente en todo momento. “Bueno, es todo un tema... Para ser sincera, ya no cuento las veces, y sobre todo en los momentos de nostalgia que pienso: ¿Qué estoy haciendo acá? ¿Por qué no estoy en casa con mi familia y mis amigos? ¿Será que todo este sacrificio vale la pena?, como interrogativas existenciales (a veces hasta un poco depresivas)”, se confiesa.

“Pero realmente no sé qué es lo que me hace renovarme continuamente, y las ganas de seguir en este camino son mucho más fuertes y saber que la vida deportiva no es para siempre y uno tiene ′el tiempo contado′, aunque a mí me falte mucho todavía, por mi juventud, y quiero aprovecharla al máximo como si ya fuesen mis últimos años remando”, se entusiasma.

Esta joven, nacida el 5 de abril de 1990, se define como persona: “Diría que soy de carácter bastante fuerte... y sensible a la vez. Muchas veces no estoy bien conmigo misma, justamente por ser vulnerable a los sentimientos, y también mi mamá dice por ser muy jovencita (risas), me emociono bastante fácil y soy muy pasional e intensa”.

Los Juegos Olímpicos son lo máximo para Gabriela, que quiere vivirlo al máximo.

CAMBIAR LA MENTE DE LOS GOBERNANTES. Gabriela dice que alguna vez, cuando se retire, le gustaría ser dirigente. “Hay que cambiar la mente de los gobernantes”, sostiene.

“Los gobernantes tienen que entender que invertir en el deporte es una gran inversión para el país. Tenemos que crear una cultura deportiva, que todos tengan tanto la posibilidad como el interés en practicar algún deporte, y poder soñar con ser campeones. En otros países haber sido atleta es algo súper importante para un currículum de trabajo, dice mucho de una persona”, grafica.

“Un atleta es una persona sana para la sociedad, tiene diciplina, no llega tarde al trabajo, es un ejemplo, es todo positivo. Las empresas nacionales tendrían que invertir en la promoción del deporte y en el desarrollo de los deportes amateurs”, augura Gabriela.

LA FRASE. “Estoy orgullosa de decir que al atleta paraguayo le sobra garra. Tenemos una genética inhabitual, pero le ponemos garra”.