Hizo prácticamente lo que parecía imposible. Vinicius Eutrópio ofició de brujo para ser el héroe de barrio Jara y dejar por un año más en Primera al club Tacuary. Llegó siendo un desconocido al fútbol paraguayo y en siete partidos se lleva casi todos los laureles por salvar de un inminente descenso al Tacua. Extrañamente llegó sin pretensiones económicas, sin goce de sueldo, pero tirando toda la carne al asador, a la salvación en un gesto realmente admirable y plausible.
El brasileño ilusionó de entrada con resultados positivos consecutivos y si bien el penúltimo partido en que Luqueño lo empató en los últimos minutos, supo estabilizar mentalmente al equipo y jugar con mente fría la última fecha nada más y nada menos que ante el bicampeón, Libertad.
Lo del Gumarelo fue una sensación rara el pasado miércoles, que dejó lugar para que los malpensados (como yo) pensemos que mínimo no se cuidó el prestigio del campeón, ya que presentó un equipo absolutamente diferente al que venía jugando, dejando una estela de dudas en un partido que definía muchísimo, como la permanencia en Primera División. Más dudas deja sabiendo que Horacio Cartes, un hombre acostumbrado a atacar nada más y nada menos que la Constitución Nacional a través de su partido político, es presidente honorario del club y el que verdaderamente hace y deshace todo en Tuyucuá.
Cuesta bastante pensar bien cuando el club es dirigido por un “significativamente corrupto”, señalado como responsable en terribles casos que usted seguramente ya conoce. ¿Cómo separar las cosas? ¿Acaso los que seguimos el fútbol debemos mirar indiferentes para otro lado como si no pasara nada?
El fútbol es para gente decente, limpia y con morales. Que la APF lo tenga en alto, en el podio, como ocurrió en la última coronación del club es lamentable. Aunque HC sea el que ponga toda la plata. No obstante, es justo remarcar que el equipo ganó con merecimientos los títulos.
Volviendo a lo estrictamente futbolístico, puede decirse que el joven DT Ariel Galeano reservó a sus jugadores pensando en el siguiente partido ante Trinidense, jugado el sábado. Pero por suerte no puede discutirse mucho esta cuestión del descenso, ya que Guaireña FC perdió catastróficamente justo ante Trinidense (7 a 2). Pareciera que uno jugó en todas las de la ley y el campeón dio mucha ventaja, lo que poco importó a los dirigidos por el Brujo Vinicius, que hicieron lo suyo y luego festejaron.