¡Vaya contradicción! 17 días después, en el primer día de competencia de los Juegos de Lima, el Gobierno Nacional anuncia que no dará apoyo a que Asunción o Paraguay, organice los Juegos Odesur 2022. ¿Era el momento para hacerlo? ¿Cómo una delegación de atletas que representa al país, puede recibir semejante noticia?
El deporte nacional no se merecía este manoseo innecesario, no existe coherencia en las decisiones. Cómo pueden aspirar albergar un campeonato Mundial de fútbol, cuando se demuestra falta de seriedad en organizar el más pequeño de los eventos del ciclo olímpico.
Simplemente al Estado no le interesa el deporte y menos al Gobierno. Eso se aprecia en esta decisión, sin tacto, falta de seriedad y una terrible carencia de previsibilidad. ¿Les parece que se puede organizar un Mundial así? Por si no sabían, a través del deporte se previenen enfermedades, mortalidad, delincuencia, se previene drogadicción, y se gana responsabilidad, mejores ciudadanos, seguridad, por ende mejor calidad de vida.
Con Asunción 2022 se ganaba un legado cultural para las futuras generaciones que iría mucho más allá de ese evento. Porque se iban a construir instalaciones deportivas que iban a quedar para que muchos niños y jóvenes puedan tener mejores accesos a la práctica deportiva. Este país necesita salir de la oscuridad cultural, y preferentemente enterrar esta falta de cultura deportiva.
No podremos nunca tener cultura deportiva, cuando nuestros niños y niñas en las escuelas tienen 40 minutos de educación física en las escuelas. Eso no sirve para generar hábito. Si se quiere un Paraguay donde el deporte sea un hábito, debemos cambiar la forma de enseñar en las escuelas incorporando más horas de Educación Física. Que las instituciones tomen el “hábito” de cambiar y logren que nuestros niños practiquen deporte aunque sea dos veces a la semana. De lo contrario seguiremos criando niños obesos y sin de lograr resultados relevantes a nivel federativo.
Evidentemente a este Gobierno no le interesa el deporte, tampoco el futuro de los niños que tal vez solo por casualidad lleguen a defender los colores de esta nación.
Esas futuras generaciones necesitan de proyectos deportivos sociales que sirvan para captar talentos, alimentarlos y lograr que estudien. Eso perseguía el proyecto Odesur 2022. En este país el deporte de alto rendimiento no es opción para los que no tienen recursos y los padres que invierten mucho dinero en la formación de sus hijos atletas, llegan desgastados para lograr la medalla y recién allí la SND los reconoce, porque no tienen un plan nacional serio para el deporte. Solo improvisan. Sus proyectos solo son para la foto de redes sociales, que conste que manejan un presupuesto de G. 100.159 millones (USD 16,9 millones).
No cancelaron solo los Juegos Odesur. Cancelaron la ilusión de los deportistas y enterraron la carrera deportiva de muchos jóvenes deportistas. Se olvidaron que no hay paraguayo más patriota cuando uno defiende los colores de su nación en una justa deportiva. Ni que decir el orgullo cuando se escucha tu himno en el podio, cuando el paraguayito gana una medalla. El deporte nos hace patriotas, evidentemente los políticos jamás entenderán eso.