Sin duda alguna en un partido en el que se juegan más que los puntos, como lo es un superclásico del fútbol paraguayo, priman muchas cosas. La historia, la mística y la contundencia por ejemplo.
La última premisa la comprendió a la perfección el equipo que fungió de local y el resultado está a la vista: 2-1 a favor de Cerro Porteño. Con ello amplia su diferencia de partidos ganados sobre su tradicional rival en torneos locales 105 a 100 y reafirma su paternidad a pleno.
Momentáneamente el Ciclón toma la punta del Apertura con 12 puntos, a la espera de la cita entre Libertad (11 puntos) y Sportivo Trinidense (Lunes 18.00).
EL PARTIDO. Tras guardarse un minuto de silencio en conmemoración del fallecido ex técnico de la Selección Paraguaya Anibal “Maño” Ruíz, arrancó la máxima fiesta deportiva de esta parte del mundo.
En promedio de edad el equipo de Cerro era de 26 años, mientras que el de Olimpia en cambio de 28. Una cuestión que a veces poco o nada importa, pero que al final se siente en el rendimiento de todo plantel.
Así arrancó un partido abierto en el que los dos proponían, nada de recaudos, nada de estudiarse. Sumamente avasallante fueron los primeros 15' pero para entonces el gol no llegó.
Poco a poco esas revoluciones fueron bajando y el conjunto azulgrana fue el que sacó mayor ventaja con buenos toques y con contundencia, claro está.
Sobre los 21', Guillermo Beltrán adelantó al Ciclón. De cabeza, el Memo marcó para los azulgranas tras una serie de rebotes en el área de Diego Barreto.
MEMO. Con 7 goles en los clásicos, Beltrán se convierte así en uno de los mayores goleadores azulgranas en juegos ante el Decano. Honor hasta ahora ostentando por Saturnino Arrúa o Jorge Achucarro, entre otros.
Visiblemente el gol afectó al Olimpia, y el equipo no logró levantarse a lo largo de la primera etapa. Situación que se confirmaba a los 41', cuando Rodrigo Rojas amplió la diferencia para los suyos.
Incansable en la pelea, el Memo habilitó al capitán quien pisando la medialuna observó al portero rival y aplicó una terrible vaselina que dejó a todos boquiabiertos.
OVACIÓN. “Rodrigo, Rodrigo, Rodrigo”, se fue ovacionado el volante al término de los primeros 45'.
SEGUNDA ETAPA. Olimpia salió con fuerza a buscar equilibrar la historia. Cerro flaqueaba, Rodrigo Rojas sintió una lesión, Guillermo Beltrán también y las jocosas avanzadas del juvenil Josué Colmán no encontraban auxilio.
La remontada franjeada parecía inminente. A los 62', Julián Benítez, también de cabeza, puso la punta de lanza.
PILETERO. El delantero celebró con dedicatoria incluida. Tras el descuento, Benítez se arrojó al césped en Sajonia como simulando un clavado, haciendo referencia a las acusaciones que pesan sobre el mismo, al respecto de unas declaraciones brindadas por Juan José Zapag en la previa a este domingo.
A partir de ahí ajustó la contención el debutante Félix Darío León y para vencer en su debut en el banquillo movió las piezas buscando sentenciar la partida por la vía del contragolpe.
Ingresó Nelson Haedo Valdez y pudo éste también en su estreno, en el primer clásico del año, marcar un tercero, sin embargo Pellerano lo evitó y dejó con vida a los propios.
Los de Mauro Caballero fueron por la heroica, con mucho empuje, carácter y poco balompié. Sin embargo un eficaz Antony Silva pudo con todas y la celebración al final de los 90' fue monumentalmente roja y azul. Vibra el pueblo, vibra la mitad más uno del país.