El Barcelona sufrió hoy para llevarse la victoria en Lisboa ante el Sporting de Portugal, que se lo puso difícil a los blaugranas pero no consiguieron anular el gol en propia puerta marcado por el uruguayo Sebastián Coates en el arranque de la segunda parte.
Lo llamativo del encuentro fue el ingreso de un aficionado del club local para abrazar al argentino Leo Messi y besar su temible zurda, que en la ocasión solo pudo dejar algunas pinceladas de su calidad, impedido por una marca personal férrea de su compatriota Rodrigo Battaglia.
Al ver la escena de idolatría hacia el astro albiceleste, el público se despojó de su modorra y llenó de ovación al orgullo del Sporting, Cristiano Ronaldo. Otro universalizado y voraz goleador de fútbol, que mantiene con el rosarino una lucha sin tregua e inmisericorde desde hace años.