Tras el juego ante el 3 de Febrero, disputado el pasado 12 de octubre por el torneo Clausura, los hinchas organizados del Sportivo Luqueño protagonizaron incidentes y causaron destrozos en las afueras del escenario deportivo.
El órgano de justicia del fútbol nacional castigó a la institución con la pena de jugar sus dos próximos partidos del torneo Clausura a puertas cerradas, sin asistencia de ninguno de sus aficionados.
Además, aplicaron una prohibición de ingreso a los estadios para los Chancholigans por un plazo de un año. Mientras que César “Tote” Cáceres, jefe de la barra fuerte del Luqueño, tendrá una prohibición de ingresar a cualquier estadio de fútbol paraguayo por el plazo de 2 años.