El Génova fue sancionado este lunes con jugar dos partidos a puerta cerrada por los graves altercados provocados por un grupo de sus aficionados ultras este domingo, que obligaron a suspender durante casi 45 minutos el encuentro que el club genovés disputó con el Siena.
Según informa la Liga de fútbol de Italia en un comunicado, el juez deportivo Gianpaolo Tosel dispuso esta medida contra el club en cuanto responsable del “comportamiento violento, agresivo e intimidatorio” de sus aficionados, por una situación “que no tiene precedentes en la ultra-secular historia del fútbol italiano”.
Los hechos se refieren a lo sucedido en el minuto 8 del segundo tiempo del encuentro de la Primera División (Serie A) disputado este domingo en el estadio Luigi Ferraris entre el Génova y el Siena, cuando los locales perdían (0-4).
Entonces, un grupo de hinchas del Génova pasó del fondo a la tribuna central bajo la que se encuentra la entrada a los vestuarios y se encaramó a las vallas de contención, comenzando unos altercados que obligaron a parar el juego durante unos 44 minutos.
En la nota, Tosel, quien analizó las imágenes recogidas ayer por las cámaras de televisión, describe cómo los ultras del Génova llegaron a agredir a un miembro del personal que trabajaba en ese momento en el estadio y lanzaron bengalas, petardos y objetos de distinta naturaleza como botellas llenas de agua y encendedores.
“Algunos delincuentes se agruparon sobre la entrada que lleva a los vestuarios y otros se encaramaron a las redes de seguridad, despotricando contra sus ‘propios’ futbolistas, considerados ‘culpables’ de la marcha negativa del partido”, indica el juez deportivo.
La intención de los ultras, acusados por las autoridades italianas de causar daños, de lanzamiento de objetos al terreno de juego, violencia e interrupción de manifestación deportiva, era presionar a los futbolistas del Génova para que se despojaran de sus camisetas, pues, según ellos, no eran dignos de lucirlas.
En un primer momento, los jugadores del Génova les hicieron caso y se quitaron las camisetas, pero luego se las volvieron a poner para continuar el partido, que terminó con un 1 a 4 y tras el que el equipo queda situado en el cuarto puesto por la cola en la clasificación de la Serie A, a un punto del descenso.
Las imágenes de este domingo hicieron recordar las vividas también en el Estadio “Luigi Ferraris” el 12 de octubre de 2010 durante el encuentro Italia-Serbia de clasificación para la Eurocopa 2012, cuando los hinchas serbios obligaron a suspender el encuentro debido al lanzamiento de petardos y bengalas. EFE