El rival del serbio en la final será el canadiense Milos Raonic, 30 del mundo, que venció por 7-6 (5) y 6-3 al griego Stefanos Tsitsipas, cuarto cabeza de serie, que nunca pudo con el potente saque del exnúmero tres del mundo, que actualmente ocupa el trigésimo puesto.
El duelo entre Djokovic, que ganó el título en el 2018 ante Roger Federer, y Raonic será el undécimo, con ventaja de 10-0 para el número uno del mundo.
El primer set sirvió para mostrar el gran momento de Bautista, de 32 años, que con un juego sólido desde el fondo de la pista encontró la manera de superar el segundo saque de Djokovic, lo que le permitió romperle dos veces el saque por una que perdió.
Bautista conseguía que Djokovic perdiese por 4-6 su primer set en el torneo. Pero hasta ahí llegaron las concesiones del serbio.
En el segundo Djokovic surgió con su mejor tenis y después de estar abajo 0-40 con el saque en poder de Bautista, en el cuarto juego, logró cuatro puntos consecutivos y al segundo ‘break’ se llevó el juego para el 3-1.
Aunque Bautista consiguió meterse de nuevo en el juego e inclusive en el séptimo logró el ‘break’ para el 3-4.
Pero al final vio como en el décimo Djokovic hizo valer su condición de mejor del mundo, y se lo volvió a romper para el 6-4 que empataba el marcador y dejaba todo a decidir en el tercer set.
De nuevo, Bautista se centró en su tenis y la pérdida del set no le impidió seguir con su mejor rendimiento para que en el tercer juego le hiciese el cuarto ‘break’ del partido ante Djokovic para el parcial de 2-1.
Pero Djokovic se recuperó de inmediato en el cuarto para el 2-2 y a partir de ahí sí pudo con las fuerzas de Bautista, que vio como en el sexto le rompía el saque para el 4-2.
Aunque Bautista dio toda una demostración de clase y pundonor en el octavo juego cuando forzó cuatro ‘iguales’ hasta que logró mantener su saque para el 5-3, que no gustó a Djokovic, como quedó demostrado al comenzar el noveno con doble falta y perder su servicio sin hacer un tanto que puso el marcador en 5-4 y el partido lleno de emoción.
Bautista pleno de moral también se llevó con facilidad el décimo juego que puso el empate 5-5 y un Djokovic más nervioso que nunca también perdió el undécimo con su saque, tercer ‘break’ que le hizo el español para tomar ventaja en el marcador de 6-5 y el servicio en su poder.
Pero Djokovic se recompuso en el momento perfecto, como los campeones lo saben hacer, y superó la presión para recuperar el saque en el duodécimo juego, igualar el marcador (6-6) y forzar el desempate en el que arrolló con siete puntos seguidos inapelables.
De esta manera dramática, después de tres horas y un minuto, Djokovic llegó a otra final que de ganarla le daría el título 35 en los Masters 1000 y empataría con el español Rafael Nadal como los líderes en toda la historia del tenis.