Nadal, ganador del torneo de Pekín en 2005 y otras dos veces finalista, estuvo especialmente errático en su servicio y sucumbió ante un Dimitrov muy inspirado, que llevó el peso del partido, y le derrotó en poco más de una hora y media.
El búlgaro disputará la semifinal contra el canadiense Milos Raonic, tercer cabeza de serie, que ganó al español Pablo Carreño, que ocupa el puesto 38 de la clasificación mundial, en su eliminatoria.
Nadal y Dimitrov empezaron intercambiando dos roturas de saque, pero el búlgaro se asentó a partir de su tercer ataque, imprimió un punto más de velocidad a sus servicios -que superaban con frecuencia los 200 kilómetros por hora- y cobró ventaja en el marcador.
El español se quedó clavado, incapaz de reaccionar a las ofensivas de Dimitrov y cometiendo muchos errores -terminó la primera manga con el doble de errores que su rival, diez contra cinco-.
Nadal no pudo ganar ninguno de sus saques en el primer set y, de hecho, no se anotó uno de sus servicios hasta el tercer juego del segundo, pero el búlgaro respondió con un servicio “limpio” que cortó las aspiraciones de su rival.
Dimitrov controlaba el partido desde el fondo de la pista, pero tampoco perdía lucidez cuando el español intentaba hacerle correr.
Pese a que Nadal trató de remontar a última hora, Dimitrov fue capaz de resistir su reacción y se apuntó su primera victoria contra el actual número cuatro del mundo en ocho enfrentamientos.
Con su derrota de este viernes, el español se complica sus opciones de estar en el Masters de Londres, puesto que, además, coincide con la victoria de uno de sus competidores, el francés Gael Monfils, en el torneo de Tokio. EFE