El Internacional de Porto Alegre y el Fluminense empataron a cero en el clásico brasileño por los octavos de final de la Copa Libertadores y dejaron la decisión para el partido de vuelta, el próximo 10 de mayo en Río de Janeiro.
El local, que sufrió para avanzar a la segunda fase de la Copa Libertadores, intentó romper el planteamiento defensivo del técnico visitante Abel Braga, un viejo conocido de la afición de Porto Alegre tras sus diversos pasajes por el Internacional, con el que incluso se consagró como campeón del torneo continental.
El artillero Leandro Damiao, atacante Dagoberto y el creativo argentino Jesús Dátolo, el trío ofensivo del Internacional y que es conocido como “Da-da-da”, no contó con la suerte de otros partidos y tuvo también al frente al portero Diego Cavallieri, que ahogó el grito de gol de los más de 25.000 espectadores.
Antes de finalizar la primera parte, el Internacional perdió al lateral Kléber por lesión.
En el segundo tiempo, el Fluminense no bajó la guardia y el brasileño portugués Deco, Thiago Neves y los atacantes Fred y Rafael Sobis inquietaron la defensa local.
Sin embargo, a los 55 minutos, Leandro Damiao es derribado dudosamente en el área y el árbitro Paulo César Oliveira decretó el penalti.
El cobro de Dátolo fue atajado por Cavallieri, la figura del encuentro junto al centrocampista argentino Pablo Guiñazu, quien completó 250 partidos con la camiseta del Internacional y que empujó desde su propia área al equipo para intentar conseguir el gol de la victoria.
En los minutos finales el Internacional estrelló un balón en el palo por intermedio del atacante Jo, que ingresó en el epílogo del partido. EFE