La historia del emblemático escenario se remonta a la primera década del siglo XX. El presidente de la entonces Liga Paraguaya de Fútbol, Enrique L. Pinho, vio la necesidad de dotar con una cancha al fútbol nacional que iba en progresivo crecimiento. El entusiasmo se propagó en la dirigencia y Eduardo Schaerer (presidente del Paraguay de 1912 a 1916), donó un predio en el Barrio Sajonia.
La construcción arrancó en 1915 y se prolongó hasta 1917 en su primera etapa, lejos aún de ser el moderno y coqueto coliseo de estos días. El duelo inaugural lo animaron Olimpia y Libertad, por la final del campeonato “Transitorio”, que buscaba unificar a la Liga, un 4 de diciembre de 1917. La victoria gumarela fue por 1 a 0 y el histórico primer gol lo anotó Rufino Gorostiaga.
El 11 de mayo de 1919 se presentó la Albirroja por primera vez en el “Estadio de la Liga” y cedió frente a Argentina por 5-1 en amistoso. El primer tanto guaraní en Sajonia fue obra de Faustino Casado. A su vez el primer juego clásico entre Olimpia y Cerro Porteño se cumplió el 27 de junio de 1920. El triunfo fue del Franjeado por 3-2 con goles de Mena Porta, Schaerer y Brítez. Para el Azulgrana: Talavera y Lima.
denominaciones. En sus albores la cancha llevó la denominación de “Estadio Uruguay”, como tributo a los celestes, monarcas olímpicos en 1924, pero dicha denominación tomó formalidad en 1925, ya que la LPF organizó el Sudamericano de 1924 en tierras charrúas (en el país no había aún infraestructura para albergar al cita), y fue un gran éxito económico que permitió mejorar las instalaciones de Sajonia. En la reinauguración fue invitado Uruguay como reconocimiento en un amistoso en el que venció la Albirroja por 1-0.
OLOR A PÓLVORA. El clarín de la guerra retumbó en el país y paró la pelota en los inicios de la década del 30. El Estadio de Sajonia sirvió para acantonamiento del Ejército Paraguayo que desde ese punto partió para defender el suelo chaqueño en el conflicto bélico con Bolivia desde 1932 a 1935. Tras el final de la contienda, el estadio quedó en deplorable estado, por lo que se tardaron cuatro años para su reapertura, que se cumplió el 15 de agosto de 1939 en la Copa Rosa Chevallier Boutell (2-2 ante Argentina).
El puntapié inicial lo dio el entonces flamante presidente del Paraguay, General José Félix Estigarribia.
LAS CONCENTRACIONES. En el Estadio de Sajonia, la Albirroja cumplió sus primeras concentraciones. De la mano del entrenador Manuel Fleitas Solich el grupo hizo base en ese recinto para prepararse y luego conquistar la Copa América de 1953. En ese torneo la recompensa fue doble, ya que la Liga trasladó a Lima, Perú, la sede del torneo y se embolsó una importante cantidad de dinero que sirvió para seguir mejorando el coliseo deportivo.
INTERNACIONAL. En los 60, el estadio fue testigo de la primera final de Copa Libertadores de América, con el empate 1-1 entre Olimpia y Peñarol de Uruguay (19 de junio de 1960). La consagración fue charrúa por diferencia de gol.
En 1972, bajo la presidencia de Humberto Domínguez Dibb, el escenario recibió el nombre de “Estadio de los Defensores del Chaco”, en honor a los victoriosos combatientes del 32 al 35.
A fines de esa década, la Selección Paraguaya hizo de local en Copa América logrando el título de 1979. El mejor gol de la Albirroja se registró en las semifinales de ese torneo, sobre arco norte con una espectacular chilena de Eugenio Morel en la victoria 2-1 frente a Brasil (24 de octubre de 1979), mientras que a principios de 1980 (2 de marzo), Olimpia daba la vuelta olímpica con la Intercontinental tras superar a Malmoe de Suecia por 2-1.
En los 80, el Defensores tuvo su tiempo de mayor aforo. En el plano local la cifra más alta fue en el clásico con victoria de Cerro Porteño sobre Olimpia 2-1, el 17 de abril de 1983 con 49.095 espectadores, mientras que el récord de asistencia se registró en el duelo rumbo a México 1986: Paraguay 0-2 Brasil. Un total de 55.000 espectadores colmaron el estadio un 16 de junio de 1985.
REMODELACIONES Y COPA. Para las Eliminatorias de Francia 1998 el Defensores entró en refacción, disminuyendo su capacidad, pero creciendo en comodidad.
Las cabinas de prensa volvieron sobre las preferencias, mientras que se suprimieron las populares.
El remozado estadio fue testigo de cuatro memorables clasificaciones mundialistas y recibió a la prestigiosa Copa América en 1999 y a tres finales más de Copa Libertadores: Olimpia (2002 y 2013) y Nacional (2014).
Ya alcanzando su centenario, el Defensores tuvo un último importante retoque, la creación de la tribuna Vip Albirroja, alcanzando así una capacidad para unos 40.000 espectadores.
Por el mítico escenario pasaron celebres figuras del fútbol mundial como Pelé, Zico, Ronaldo, Maradona, Messi y hasta se hacía “imposible jugar” partidos claves como lo rememoró el gran goleador argentino Gabriel Batistuta. Otros grandes artistas de la talla de Paul McCartney, Luis Miguel, Bon Jovi e Il Divo dejaron su huella en ese escenario.
El Defensores del Chaco es uno de los emblemas del país con ya más de 100 años de existencia. A futuro presenta candidatura para ser parte de los próximos grandes certámenes que se avecinan como los Juegos Odesur 2022 o el sueño de una posible Copa Mundial en el 2030.