Las autoridades sanitarias brasileñas analizan qué hacer con los alimentos traídos por la selección italiana de fútbol, que podría devolver o destruir, tras su incautación en la aduana a la llegada de la “Azurra” para disputar la Copa Confederaciones.
Los alimentos fueron incautados en el lunes en el aeropuerto internacional de Río de Janeiro debido a que carecían de un certificado sanitario internacional que posibilitase su ingreso a Brasil, según fuentes del Ministerio de Agricultura.
Brasil, uno de los mayores graneros del mundo, tiene estrictas reglas de ingreso de alimentos de origen vegetal y animal para evitar la posible propagación de plagas.
Entre el material que la “azurra” transportaba en su equipaje figuran quesos y condimentos italianos, pero también 100 kilos de carne seca, 100 kilos de macarrón, 100 litros de aceite y hasta arroz y café, granos de los que Brasil es un gran productor.
De acuerdo con el Ministerio de Agricultura, el consulado de Italia en Río de Janeiro está adelantando gestiones para liberar la carga retenida en el aeropuerto.
En caso de que los alegatos de los italianos no convenzan a los fiscales sanitarios brasileños, los alimentos serán devueltos a Italia o destruidos en la zona de cuarentena del aeropuerto, como determina la legislación.
Según versiones de prensa, los tres cocineros que acompañan a la selección italiana ya repusieron en los mercados locales parte de la carga incautada.
Italia, subcampeón europeo, que garantizó su clasificación al torneo gracias a que España (campeón europeo) ya tenía cupo en su condición de campeón mundial, quedó emparejado en el Grupo A de la Copa Confederaciones junto a Brasil, México y Japón.
Los italianos, cuatro veces campeones del mundo, debutarán en el torneo el próximo domingo frente a México en el estadio Maracaná de Río de Janeiro; el 19 de junio se medirán a Japón en la Arena Pernambuco de la ciudad de Recife, y tres días más tarde a Brasil en la Arena Fonte Nova de Salvador. EFE