El desafío comenzó hace tres meses. Un curso de Electricidad Doméstica propiciado, en principio, por hinchas organizados del club Olimpia, pobladores de barrios vulnerables de Asunción, particularmente de Ricardo Brugada, en convenio con la organización sin fines de lucro Goles y Sentimientos, más la colaboración del SNPP, cumplió con su objetivo: una posibilidad de opción laboral para los jóvenes.
Situación a destacar dentro de un marco social donde el hecho de asumirse “barra” carga consigo la inmediata connotación negativa y en un país donde hasta el 2017 los indicadores del mercado de trabajo, extraído de los datos de la Encuesta Permanente de Hogares, mostraban que 202.874 paraguayos no tienen uno, por ende, ningún tipo de ingreso económico.
No obstante, desde un primer momento la idea partió dejando los prejuicios en la puerta del Centro Comunitario Chacarita, sitio al que cerca de 30 chicos asistieron para responder significativamente a la ocasión que se les presentaba.
Aportar a la reflexión buscando una mejor comprensión de nuestros tiempos, contribuyendo al quiebre de visiones reducidas, conservadoras o meramente estadísticas sobre el tema violencia, pronto se haría notorio.
De a poco, los mismos estudiantes fueron superando las expectativas del Servicio Nacional de Promoción Profesional y, en consecuencia, la voz se corrió para que más personas del precarizado alfoz, independientemente a sus pasiones idílicas, se sumaran a las clases de capacitación.
Tales enseñanzas fueron impartidas de lunes a viernes, por la noche, de manera gratuita, siempre y cuando el Franjeado no tuviera partido alguno entre semana, haciéndose énfasis en la aptitud tanto técnica como personal de los participantes, según asegura el profesor Enrique Duarte, encargado del desarrollo de la materia.
El mismo comenta que al principio la interacción entre los asistentes y sus capacidades contrajeron algunas complicaciones propias de este tipo de actividades, pero que al poco tiempo todo fue adquiriendo mayor ritmo y sustancia.
El docente relata que culminar el trimestre cargó también un proceso importante de crecimiento para las partes, agregando que incluso, en alguna ocasión, se habría “traspapelado” una pinza, pero que, sin embargo, al poco tiempo la herramienta volvió al aula.
Foto: Pedro Lezcano
Entonces, antes de iniciar las jornadas diarias, se desarrollaron charlas sobre la importancia de la necesidad de ser competente, puesto que al ser electricista, como en cualquier empleo, no se admiten desconfianzas para con los contratantes.
Por su parte, Robert, del barrio Jara, instruido por Duarte en este lapso de tiempo, agrega que ahora se encuentra listo para realizar distintas instalaciones básicas en los hogares y, con su camiseta de Olimpia a todas partes, aguarda por su debut en el rubro.
"Útil, superior el curso”, sostiene, ensimismado y en pocas palabras, para la prensa, a la par que ajusta unos tornillos y se prepara para poner a prueba los conocimientos adquiridos hasta el último día del ciclo.
De tal manera se confirma un inédito movimiento de jóvenes alrededor de una premisa que pretende difundir nuevas dimensiones culturales y simbólicas del cotidiano urbano, más allá de la violencia verbal o física como forma de expresión y visibilidad.
Al respecto, emprendimientos sociales como estos esperan replicarse en otros barrios desde las demás hinchadas organizadas, buscando justamente erradicar aquellas viejas prácticas en torno al fútbol, sin dejar de alentar al club de sus amores, y en algunos casos hasta otorgándole una nueva oportunidad para sus vidas.