La plantilla del Independiente de Avellaneda se entrenó este sábado bajo la custodia de la policía tras los intentos de agresión a los jugadores, al entrenador Américo Gallego y a los dirigentes por parte de hinchas violentos, tras el empate a uno del viernes con el Unión, en la novena jornada de la Liga.
Una vez terminado el encuentro, centenares de hinchas insultaron a los futbolistas y al técnico y quisieron agredirles, lo cual impidieron las fuerzas de seguridad
El entrenamiento de este sábado se efectuó a puerta cerrada en el campo deportivo que el club posee en la localidad de Villa Dominico, cercano a Avellaneda.
Fuentes de la entidad deportiva dijeron que tras el partido Gallego presentó su renuncia y que fue rechazada por el presidente del club Javier Cantero, quien dijo a la prensa que “el entrenador continuará en su puesto”.
Por su bajo promedio de puntos en las tres últimas temporadas el Independiente está cerca de descender de categoría por primera vez en su historia, y para evitarlo necesitará sumar hasta el final del torneo (diez jornadas) casi la misma cantidad de los que consiguió desde agosto pasado hasta ahora.
El Independiente, conjunto que con siete posee el récord de conquistas de la Copa Libertadores, afronta su difícil situación bajo una gran presión, que se gravó la semana pasada cuando varios hinchas violentos amenazaron de muerte a los jugadores en el caso de que no logren mantenerse en la división de oro.
“Si el equipo se va al descenso los vamos a matar a todos”, gritaron esta semana algunos hinchas a los futbolistas cuando salían de un entrenamiento. EFE