Cristiano Ronaldo aumenta, con los tres partidos que le impuso este miércoles el Comité de Competición, su apartado de sanciones desde que en 2009 llegó al Real Madrid, club en el que ha sido expulsado cinco veces, la última hace tres días en San Mamés.
Los integrantes del Comité de Competición, Francisco Rubio y Lucas Osorio, decidieron este miércoles que la roja que Ayza Gámez mostró al portugués por golpear en la cara a Ander Iturraspe merece un partido de sanción y que su gesto de menosprecio hacia el cuarto árbitro al abandonar el campo debe ser castigado con tres.
La sanción, que Ronaldo cumplirá en Liga contra Villarreal, Getafe y Elche, se suma a las sufridas por luso y contrasta con el expediente que el azulgrana Leo Messi tiene en tarjetas rojas. El argentino nunca ha sido expulsado en España, donde juega desde 2004.
Los gestos de menosprecio con los árbitros protagonizados por diversos jugadores tras ser expulsados recibieron castigos parecidos al de Cristiano Ronaldo, como Alexis Ruano (2013) -cuatro partidos-, Víctor Valdés (2013) -cuatro partidos-, Sergio García (2012) -cuatro partidos-, Cejudo (2013) -tres partidos- Feghouli (2012) -tres partidos- y David Albelda (2010) -dos partidos-.
También otros jugadores del Real Madrid, como Sergio Ramos y Pepe, fueron objeto de importantes sanciones disciplinarias, que se cuantificaron en cinco y diez partidos, respectivamente.
Hace un año, y tras ser expulsado por dos amarillas también por Ayza Gámez, Ramos fue sancionado con cinco partidos, uno por la expulsión y cuatro por insultar al árbitro. El acta arbitral reflejó que el sevillano le dijo varias veces “eres un sinvergüenza” y “llevas todo el día jodiéndome”.
El caso de Pepe, en 2009, le costó diez partidos. Uno por frustrar una ocasión de gol con una falta, cuatro por una agresión a Javier Casquero, otros cuatro por otra a Juan Albín y uno más por insultar al equipo arbitral.
Cristiano, que este miércoles cumple 29 años, llegó a la liga española en 2009 definido por su anterior técnico en el Manchester United, sir Alex Ferguson, como “blanco fácil para los árbitros” a la hora de mostrar tarjetas. El portugués vio cuatro rojas en la “Premier” inglesa, donde cosechó tanto críticas como disculpas.
El propio Ferguson le reprochó “caer en la provocación” de los rivales cuando le sancionaron con tres partidos por un cabezazo al jugador del Portsmouth Richard Hughes.
“Cristiano es responsable de caer en la trampa de la intimidación, algo que le ha pasado varias veces. Él es mejor que estos jugadores”, dijo hace años el escocés, que también lamentó que su pupilo fuera “blanco fácil” para los árbitros al ser amonestado por “hacer teatro” en la final de la Copa de la Liga, aunque la repetición de la jugada probó que Ronaldo había sido derribado.
Incluso el francés Arsene Wenger, entrenador del Arsenal, cuestionó la tolerancia de los árbitros con el juego duro y la escasa protección a jugadores como Ronaldo. “A veces, su arrogancia es provocadora, al igual que su clase. Pero no está bien cuando no se protege a un jugador”, dijo Wenger.
Con estos precedentes y antes de acabar la primera vuelta de su primera campaña como madridista Ronaldo vivió la primera de las cuatro expulsiones que acumula, entonces por doble amonestación.
Fue en el Bernabéu, ante el Almería. Partido que ganó su equipo (4-2) y en el que marcó el cuarto gol. La primera amarilla fue por quitarse la camiseta y la segunda por derribar a un contrario.
En enero de 2010, el Comité de Competición le impuso dos partidos tres ver la roja ante el Málaga por un codazo sobre el defensa danés Patrick Mtiliga, que sufrió fractura del tabique nasal.
Competición consideró que empleó “juego peligroso causando daño”. Después ni Apelación ni Disciplina Deportiva (CEDD) -que resolvió el recurso ya cumplida la sanción- estimaron las alegaciones del Real Madrid, que en su defensa presentó un vídeo de una acción similar, no sancionada, entre Leo Messi y Marc Valiente.
Aquel hecho le hizo cambiar. “No acostumbro a ver tarjetas. No necesito consejos porque mi experiencia me dice que no puedo contestar a los árbitros ni hablarles de forma incorrecta. Intento mejorar en mis acciones”, admitió poco después.
Y esa máxima la ha mantenido prácticamente hasta ahora con la salvedad de la última final de Copa, el pasado mayo en el Bernabéu, cuando su equipo perdió el título ante el Atlético de Madrid.
Ronaldo vio la roja directa en el minuto 115, por golpear con la pierna en la cara de Gabi, sin ánimo de disputar el balón, según el acta de Clos Gómez, árbitro que pitará la semifinal de esta noche.
Aquel día, como antes de la roja había visto una amarilla, le cayeron dos partidos, uno menos que este miércoles, que quedan a expensas de un futuro recurso del Real Madrid al Comité de Apelación. EFE