Hacía pocas semanas que había marcado cuatro tantos en un partido, en el 5-1 al Valencia en la Liga. Lo hizo por primer vez ante el Arsenal, con su primer póquer como azulgrana. Esta noche lo volvió a hacer, pero no un póquer, sino un repóquer, un Messi que se acerca poco a poco a una nueva marca, la de ser el segundo máximo goleador de toda la historia del Barça.
La inmensa noche que firmó el astro argentino la compartió con el joven Cristian Tello, que anotó dos tantos y volvió a ser un jugador descarado y acertado.
Fue un partido sin sobresaltos para un Barcelona claramente superior, que sólo sufrió unos minutos en los que el Leverkusen le cerró los espacios en el centro del campo con el ánimo de ahogar la fluidez azulgrana. Fue una apuesta de Robin Dutt, pero los suyos poco pudieron hacer.
El Barcelona marcó un ritmo en el que se encontró muy cómodo, sin lanzar grandes cargas contra la meta de Leno, quien vio el primer peligro real en el minuto 11, cuando Cesc envió un balón a Messi, quien desmarcado disparó fuerte y el meta lo rechazó.
El balón llegó otra vez a los pies del argentino, que lo cedió a Pedro y éste chutó con el alma, pero un alemán se interpuso entre la pelota y el gol.
Lanzó otra carga el Barça al cuarto de hora, en una contra veloz entre Messi y Alves, pero el pase del brasileño no llegó a un Pedro que entraba por la izquierda en solitario.
El Barcelona hizo del partido un trámite, mientras que el Bayer Leverkusen, que ya se temía estar siempre persiguiendo el balón, era incapaz de moverlo con precisión y llevarlo a las inmediaciones de Valdés, inédito en toda la primera parte, a excepción de alguna cesión de sus compañeros.
Tras una falta de Xavi, que peinó Piqué y Leno despejó, el Leverkusen realizó una llegada interesante al área del Barcelona, pero el balón lo interceptó Piqué, llegó a Xavi y éste vio a Messi desmarcado en el centro del campo. El argentino emprendió un camino en solitario hacia el área y levantó con más acierto que maña el balón para lograr el primer gol del partido (1-0).
Volvió a ser otra vez Messi, que en el partido anterior de Liga descansó por sanción, quien provocó el jolgorio en el graderío, cuando a falta de un instante para finalizar la primer parte, tomó el balón en el lado derecho del área del equipo alemán y trazó una jugada marca de la casa, para firmar un buen disparo y rubricar el 2-0.
Pedro, instantes después, falló nuevamente en un gol cantado, lo que motivó una reacción unánime en el público de apoyo incondicional al internacional español.
Con 5-1 en el cómputo de la ronda (1-3 en la ida), el Barcelona emprendió el segundo tiempo para gustarse, especialmente Messi, que si en la primera parte no acabó de hacer una vaselina al uso, en la segunda se encontró con un pase preciso de Cesc en el 49, controló la pelota con la izquierda y con la derecha ejecutó una vaselina perfecta para llegar al triplete barcelonista y al suyo propio (3-0).
El Leverskusen tuvo su ocasión en una pugna de Derdiyok, quien al límite con la línea de fuera lanzó un disparo en el que el balón se paseó por la raya de gol.
El Barcelona reemplazó a Xavi e Iniesta y aparecieron Keita y Tello. El joven azulgrana, en una de sus primeras carreras, hizo una de sus acciones típicas, esperó en el área a que llegasen los galones para recibir el pase, pero a falta de ellos lanzó un disparo raso y colocado que acabó en gol (4-0).
En otra noche apoteósica del astro argentino, Messi marcó un cuarto gol gracias a un tuya-mía con Pedro (5-0).
Otra vez Tello, en una acción poco acertada del meta alemán, perforó la meta del Bayer (6-0), en un momento en que el Camp Nou vivió una fiesta, a la que también se unieron unos rendidos 3.800 aficionados alemanes, que aceptaron hacer la ‘ola’ y plegarse a la nueva noche de Messi, que a falta de cinco minutos marcó el 7-0, su quinto gol de la velada, aunque Bellarabi, en el añadido marcó el tanto del honor para el Bayer, tras una gran acción con pared incluida (7-1). EFE