A continuación, cinco claves del partido de anoche en el Arena do Gremio de Porto Alegre.
1. NERVIOS A CONTRARRELOJ; CERO EFECTIVIDAD (OTRA VEZ)
Una vez más, la presión y los nervios consiguieron bloquear a la Canarinha durante muchas fases del encuentro. Está demostrado que la pentacampeona del mundo sufre a medida que el cronómetro avanza y no tiene el marcador a su favor.
Le pasó en el partido inaugural ante Bolivia (3-0), en el que solo abrió la lata en la segunda mitad tras un penalti señalado por el VAR, y en el empate sin goles contra Venezuela en la segunda jornada de la fase de grupos.
Frente a Perú anotó al comienzo y todo fue sobre ruedas (0-5), pero ayer fueron incapaces de perforar la portería de Roberto Gatito Fernández en los 97 minutos de juego.
Dominaron por completo la posesión (70,4%), pero en el momento del último pase fallaban, disparaban fuera o aparecía la manopla del portero paraguayo.
En la última media hora, con un jugador más sobre el campo tras la expulsión del central Fabián Balbuena, lo intentaron de todas las formas y colores, pero nadie consiguió acertar y la decisión se fue a los penales.
2. CÉSPED EN PÉSIMAS CONDICIONES
Criticado por jugadores, como el argentino Lionel Messi o los uruguayos Diego Godín o Luis Suárez, así como por varios seleccionadores, el césped del Arena do Gremio volvió a presentar un aspecto deplorable.
En muchas zonas estaba completamente pelado, amarillento y se levantaba con facilidad. Un auténtico patatal en el que era imposible dar un pase raso.
Aunque las condiciones del terreno de juego afectan a los dos equipos, hace más daño al que tiene la pelota, en este caso, Brasil.
El seleccionador Tite estalló en rueda de prensa y dijo que es “inconcebible” jugar a un alto nivel tal y como está la cancha.
“Es un disparate tener un campo con tamaña dificultad para tocar, es un disparate la calidad del césped del Arena. No se consigue tener un nivel alto con este tipo de césped. Dificulta la articulación y los pases. Uno tiene que dar tres toques para finalizar”, denunció el técnico.
Después de albergar cuatro partidos de esta Copa América, el Arena do Gremio aún tendrá que acoger una de las semifinales del torneo.
3. CABEZA FRÍA
Los brasileños supieron tener la cabeza fría en el momento decisivo del encuentro: la tanda de penaltis. La comisión técnica venía ensayando los lanzamientos desde el punto fatídico desde el inicio del campeonato y dio resultado.
Anotaron para Brasil Willian, Marquinhos, Philippe Coutinho y Gabriel Jesús, quien tuvo la valentía de lanzar el último y definitivo penal, a pesar de tener en la memoria su reciente error desde los once metros en el partido contra Perú.
Solo falló Roberto Firmino y porque quiso ajustarlo demasiado.
4. VENGANZA CONSUMADA
La victoria ante Paraguay tiene un significado mayor, fue la consumación de una venganza y el fin de una maldición. La Albirroja le había privado de estar en la penúltima ronda en las ediciones de Argentina 2011 y Chile 2015, con sendas eliminaciones en la tanda de penaltis.
La novela fue parecida, pero esta vez con final diferente y la selección brasileña jugará unas semifinales del torneo de selecciones más antiguo del mundo doce años después.
La última vez fue en Venezuela 2007, curiosamente la última vez que los ahora anfitriones levantaron un título de Copa América.
En aquella final vencieron por 3-0 a la Argentina de un jovencísimo Lionel Messi, con el que podrían cruzarse en semifinales, si la Albiceleste vence a Venezuela en cuartos de final.
5. NINGÚN GOL ENCAJADO EN CUATRO PARTIDOS
Más allá de la dificultad de transformar sus ocasiones en goles, el combinado de Tite está demostrando tener una excelente solidez defensiva. El técnico ha sabido conformar un bloque granítico y hasta ahora nadie ha conseguido hacerle un gol en esta Copa América.
Los centrales, Marquinhos y Thiago Silva, están a un nivel altísimo; los laterales, Filipe Luis y Daniel Alves, cumplen; y el portero Alisson Becker parece imbatible.
El guardameta del Liverpool realizó una parada milagrosa en un disparo a bocajarro de Derlis González en la línea del área pequeña y detuvo el primer penalti de los paraguayos, lanzado por Gustavo Gómez, considerado un especialista desde los once metros.