El entrenador venezolano César Farías insinuó este martes con su renuncia al banquillo de Bolivia poco después de caer ante La Paz por 2-3 ante Chile en la decimosexta jornada de las eliminatorias sudamericanas del Mundial de Catar.
El exseleccionador de Venezuela expresó su gratitud con los integrantes de la selección, los hinchas que apoyaron en el estadio Hernando Siles y a los bolivianos que han apoyado durante las eliminatorias a la Verde.
“No era nuestro día”, dijo Farías al comentar el partido.
Afirmó que encajaron “goles infantiles”, pero asumió la responsabilidad de la campaña.
Anticipó que se dedicará ahora a analizar “con tranquilidad” su situación y la de la selección de Bolivia.
“El problema de no ir al mundial es de Farías. Si es cierto, entonces eso se cambia muy fácil: se pone a otro entrenador. Ojalá que las vivencias, las experiencias, las buenas y las malas, sirvan para mejorar cosas”, dijo.
Explicó que lo fácil para él hubiera sido abandonar antes el cargo, pero garantizó que pesó más el compromiso con los jugadores.
“No soy de huir, pero tampoco soy un hombre de ponerme piedras. Yo seguiré soñando y seguiré trabajando para crecer porque es para lo que trabajo todos los días y voy a seguir soñando con cosas muy grandes”, declaró.
Añadió que “donde vaya” seguirá luchando como lo hizo en toda su carrera profesional.
Al salir del estadio Hernando Siles, Farías fue abucheado por los hinchas.
Bolivia debe enfrentar en las dos últimas jornadas, que se jugarán a finales de marzo, con Colombia y Brasil.