Cerro Porteño y Olimpia no encontraron los goles en la Nueva Olla y firmaron un empate con poco sabor en el marco de la sexta fecha del campeonato Clausura. Este resultado deja mejor parado al elenco franjeado que terminó jugando con 10 hombres por la lesión de Miguel Samudio.
Con este empate, el conjunto de Para Uno acumula 13 unidades en la competencia, uno más que Libertad, que aún debe disputar su compromiso. En tanto, el representante de Barrio Obrero acumula 11 puntos y queda en el tercer lugar de la tabla de posiciones.
EL PARTIDO. Un marco monumental rodeó a la mayor fiesta futbolística del país, el superclásico del fútbol paraguayo, que volvió a la Capital del Sentimiento luego de 19 años. Remozado desde los cimientos, el nuevo escenario de Cerro Porteño lució brillante para albergar por primera vez un enfrentamiento de dos clubes que se tienen encono infinito.
Daniel Garnero debió hacer cuatro cambios para salir a disputar el encuentro en campo enemigo. Sergio Otálvaro y Miguel Samudio se hicieron de la titularidad por cuestiones tácticas en detrimento de Luis de la Cruz e Iván Torres, Hugo Quintana ingresó por la lesión de Sebastián Arce, mientras que Jorge Arias entró debido a la expulsión de Antolín Alcaraz.
En tanto, Miguel Ángel Russo no tuvo dificultades para armar el onceno y apostó por los mismos hombres que ganaron en Villa Elisa frente a Sol de América en la fecha pasada. Ya descartados con anticipación los delanteros Diego Churín y Óscar Ruiz, el local salió con su nuevo equipo de gala.
El Ciclón tomó la iniciativa, manejó el balón casi sin oposición hasta bien entrado al campo de Olimpia, pero no profundizó sus avances. El lado izquierdo, integrado por Santiago Arzamendia y Federico Carrizo, funcionó mejor que el formado por Candia y Alan Rodríguez.
La rigidez táctica del duelo hizo que el juego sea monótono y previsible. El ritmo rutinario se quebró recién a los 23 minutos del primer tiempo cuando Joaquín Larrivey ganó en las alturas y puso una pelota en el travesaño del arco defendido por Librado Azcona.
Tras esta acción, Olimpia salió de su postura tan cautelar para asomarse por primera vez hacia la ofensiva con un cabezazo forzado de Néstor Camacho. El clásico no tenía vibración. A falta de chances concretas, el acontecimiento más resaltante al cierre del segundo cuarto fue la lesión de Marcos Cáceres, quien debió ser reemplazado por Juan Patiño por su molestia en el muslo.
Terminado el tiempo de estudio, y viendo que el rival arriesgaba poco, el Decano fue más lúcido en el resto del lapso inicial. Encontró mejores asociaciones y pudo estructurar sus intenciones de mejor forma. No obstante, el cambio de actitud del tricampeón y el disparo lejano del ‘Pachi’, no salvaron a una fracción que fue muy magra.
El complemento cobró mayor vida. El ingreso de Richard Sánchez, realizado en las postrimerías del primer tiempo, en detrimento de Hugo Quintana, mejoró en varios aspectos el quehacer de los visitantes. Liberó a Rodrigo Rojas y permitió mucha más posesión del equipo franjeado.
Cerca de la hora de partido, Russo mandó a la cancha a Luis Fariña en lugar del juvenil Alan Rodríguez (58 m). En tanto, Garnero apostó por Montenegro y prescindió de Camacho (61 m). Olimpia había merodeado en un par de ocasiones, pero el que exigió una intervención bárbara de Azcona fue Larrivey con un poderoso remate, que el portero solucionó en dos tiempos (64 m).
El rendimiento de Fariña mejoró a Cerro Porteño, tomó la rienda y ofreció mejores posibilidades al elenco azulgrana. Sin embargo, el buen momento del cuadro local se vio interrumpido por las lesiones de Roque Santa Cruz y Miguel Samudio, cuya salida de éste último dejó con 10 hombres al Olimpia.
En el tramo final, Cerro Porteño se mostró más fortalecido por la diferencia numérica y buscó con más ahínco la diferencia para ganar la pulseada con el tradicional rival. No obstante, pese a forzar en algunas jugadas, no encontró la forma de vulnerar la defensa bien parada del Olimpia.