La entidad de Barrio Obrero presentó este viernes una nota ante la Asociación Paraguaya de Fútbol en la que pidió la sanción del estadio Manuel Ferreira, del Olimpia, escenario que albergó el último superclásico del fútbol nacional.
“Previo al inicio del encuentro se produjeron una serie de irregularidades que resultan lamentables e inadmisibles para el desarrollo de un espectáculo familiar como el superclásico, el cual desafortunadamente sigue sufriendo de “chicanas” que perjudican el trabajo de los protagonistas”, señaló en parte del documento.
Cerro Porteño consideró que hubo una “organización maliciosa e intencionalmente irregular por parte de Olimpia”. Por esta razón, el club azulgrana solicitó al Tribunal Disciplinario de la APF que se imponga una sanción de suspensión a Para Uno.
ANTECEDENTE. El pasado 24 de noviembre, día del clásico, el gerente deportivo Roberto Nanni denunció la existencia de un producto químico en el vestuario que causa reacción alérgica por lo que los jugadores de Cerro Porteño no pudieron utilizar el lugar destinado a la comitiva y se cambiarán en el colectivo.
“La gente nuestra viene siempre primero y ha tenido reacción alérgica. Nos parece triste. Nos hemos puesto las camisetas y hemos tenido reacciones alérgicas, por eso vamos a usar las camisetas del segundo tiempo y vamos a lavar las otras”, aseguró el argentino.
El directivo del Ciclón señaló que funcionarios de la Asociación Paraguaya de Fútbol ingresaron al sitio y padecieron el mismo efecto. Nanni apuntó que este tipo de actos “ensucia” el espectáculo, pero manifestó que la predisposición de jugar está. “Están en la década del 40”, sentenció.
Por otra parte, Malte Melgarejo, director de comunicaciones del Olimpia, salió al paso de las acusaciones. “Le hemos proveído de productos de limpieza. Nosotros estuvimos ahí, no hay nada. Me parece a mí que es una estrategia previa al juego y nada más”, respondió.
En la última visita de Cerro Porteño a Para Uno, en el año 2012, el equipo azulgrana no pudo utilizar el vestuario por un olor muy fuerte. En esa ocasión, directivos decanos reconocieron que cometieron un error al pintar sobre la hora el vestuario visitante.