Los “All Blacks”, que superaron el domingo a Francia en la final por 8 a 7 y lograron así su primera Copa del Mundo en veinticuatro años, decidieron viajar a la segunda ciudad más grande del país y celebrar junto a los aficionados de Christchurch la consecución del título.
Miles de aficionados “kiwis” recibieron a los campeones con cánticos y banderas en una ciudad que, antes del terremoto, debía albergar siete encuentros de la Copa del Mundo, incluyendo dos partidos de los cuartos de final.
El pasado 22 de febrero un terremoto de 6,2 grados en la escala de Richter azotó la ciudad de Christchurch, en la región de Canterbury, y causó 182 muertos y numerosos desperfectos.
“Aunque no pudiéramos jugar ningún partido aquí, sentimos el apoyo de todo el país y el de esta provincia en particular ha sido enorme. Venir aquí, dar las gracias y mostrar la copa significa mucho. Muchas gracias por el apoyo, es genial ver a todo el mundo sonriendo”, dijo el capitán “All Black” Richie McCaw durante la celebración. EFE