La selección brasileña, la gran favorita en la Copa del Mundo, fue recibida como tal a su llegada a Doha y cientos de personas cercaron el Westin Hotel en el que se aloja la ‘Canarinha’ montando una de las primeras grandes fiestas del Mundial.
Después del pistoletazo de salida que supuso el concierto de Maluma en la ‘fan fest’, los brasileños montaron su propio sarao en los alrededores del Westin, uno de los hoteles más lujosos de la ciudad y en el que la seguridad tuvo que doblar esfuerzos ante la multitud que se presentó para recibir a Neymar, Vinícius, Raphinha y compañía.
Ataviada con banderas, bufandas, camisetas y mucha música, la afición de Brasil, a la que no le importó esperar hasta pasada la medianoche, dio la bienvenida a su equipo, el último en llegar a Catar, completando la colección de 32 selecciones y mandando un mensaje: no estamos aquí para algo que no sea ganar.
La llegada del autobús fue el momento de mayor éxtasis, con cientos de personas intentando captar alguna instantánea de los jugadores brasileños, bien protegidos.
Los de Tite, después de un campus de varios días en las instalaciones del Juventus de Turín, arrancarán su andadura en Catar con una sesión de entrenamiento este domingo. Tras ello, el seleccionador, más algún jugador, atenderá a los medios de comunicación y a última hora de la tarde varios futbolistas asistirán a un compromiso con la FIFA para el desarrollo del fútbol entre los jóvenes.
Brasil se ejercitará en el Grand Hamad Stadium, que este sábado estaba ya listo para recibir a la ‘Canarinha’, con estampados recordando a las cinco selecciones brasileñas que, a lo largo de la historia de los Mundiales, han levantado la dorada copa.
El debut de los de Tite será el próximo 24 de noviembre contra Serbia.