Por quinto año consecutivo, el Barcelona, el actual campeón, no ha fallado en su cita con las semifinales tras ganar 3-1 en un partido el que el Milan llegó a igualar en el primer tiempo, pero cayó ante la calidad de los azulgrana, quienes resolvieron con dos tantos de penalti de Messi y uno de Andrés Iniesta en el segundo tiempo.
Messi sumó su decimocuarto tanto en la presente edición de la Liga de Campeones e iguala la mejor marca de siempre de José Altafini y Pep Guardiola dirigió su partido cincuenta en la competición.
Los barcelonistas sufrieron únicamente durante siete minutos, entre el 33 y el 40 del primer tiempo en los que estuvo virtualmente eliminado, ante un rival con más oficio que calidad.
Para el Barça fue determinante el tanto de Iniesta en el segundo tiempo. El jugador español, que por una vez no tuvo incidencia en el juego, sí fue determinante en el resultado, porque anotó el 3-1 en una jugada de delantero centro y lo celebró, dedo al aire, en homenaje del primer aniversario de su hija Valeria.
Tres defensas y nueve de casa. La sorpresa de Isaac Cuenca como extremo por la izquierda para aprovechar las bandas, el partido acelerado desde el primer minuto y el Milan jugando a buscar el partido. Nada de lo previsto, sorpresa tras sorpresa, también que Messi no estuviera fino en las dos primeras ocasiones que tuvo.
El tridente defensivo le dio al Barça más opciones por los extremos, donde Alves jugó desde el principio. Pero el Milan ofrecía la presencia de Ibrahimovic y la polivalencia de Boateng, presionaba arriba y su planteamiento fue más ofensivo que en San Siro.
No se inmutaron los italianos antes las continuas llegadas del Barça. La primera de Messi, en una contra en la que no definió bien, ni tampoco cuando el argentino se encontró con un regalo de Cesc dentro del área, una asistencia al primer toque que Messi desperdició.
En siete minutos, el Barça había desnudado al Milan, que no sabía si ir a por los azulgrana o esperar. Un error de Mexes, o un acierto de Messi, acabó con las dudas. El delantero le robó el balón al central en la línea central, encaró a Abbiati, pasó hacia atrás y en la segunda jugada Messi fue derribado por Antonini dentro del área.
Messi anotó el penalti. En once minutos había hecho buena parte del trabajo. Con el 1-0 ni se desmoronaron los lombardos ni se vino arriba el Barça. Vivió el Milan de su oficio, inmutable, reconocible, esperando que pasara el chaparrón y buscar su oportunidad. Sabía que la tendría, el Barça también.
Sin agobios, los azulgrana dominaron. Sin prisas, poco exigidos por un rival que defendía con nueve y dejaba a Ibra y a Robinho en ataque.
Hasta que apareció Ibrahimovic, que regresaba al Camp Nou 700 días después de haber vestido por última vez la camiseta del Barça, y apuntó su calidad en una jugada de las que le gusta.
El sueco le dio una asistencia de lujo a Nocerino, quien entró desde la segunda línea y no tuvo problemas para batir a Valdés. Había empatado el Milan en la primera ocasión que tuvo (m.33).
Enloqueció el partido en los doce minutos siguientes. Se precipitó el Barça, que llegaba fácil hasta el área contraria, pero no acababa de encontrar el ‘clic’ definitivo en forma de combinación final cerca de Abbiati.
Y marcó el 2-1 el Barça con otro penalti. Esta vez por un agarrón de Nesta sobre Busquets, similar al que no le señalaron a Puyol a su favor en la ida. El árbitro Kuipers no dudó, Messi tampoco (2-1, m.40).
Antes del final, el argentino tuvo cerca el 3-1, también Cesc Fàbregas. El Milan dispuso de un libre directo de Ibrahimovic, cerca del área, el segundo remate en 45 minutos, el Barça había rematado once en ese tiempo.
El segundo tiempo fue un juego de nervios. El Milan sabía que le bastaba con un gol para llevarse la eliminatoria y, mientras más tarde ocurriera, mucho mejor. El Barça, aún por delante en el marcador, y fiel a su estilo fue a por más, aunque ya con una defensa de cuatro.
Xavi, en el lanzamiento de un libre directo, rozó el palo izquierdo de la meta de Abbiati (m.49), hasta que Iniesta, inadvertido hasta entonces, apareció en una jugada nada habitual en el jugador de Albacete.
Iniesta mostró su faceta de oportunista. Se encontró dentro del área con un rechace tras un disparo de Messi. El albaceteño definió con maestría en el minuto 53 (3-1).
Con una defensa de cuatro y más control, el Barça se pareció más a sí mismo. Xavi, con problemas físicos, se retiró por Thiago (m.63), pero nada cambió.
Intentó apurar sus opciones el Milan, pero sin el balón se le hizo imposible. Thiago, en una gran asistencia de Messi, pudo decidir sólo ante Abbiati (m.68) y Allegri se la jugó con la entrada de Pato por Boateng.
La lesión de Piqué, a un cuarto de hora del final, puso una nueva dificultad en el camino del Barça, más teórica que real. Jugó el equipo de Guardiola a conservar el balón, el Milan ya no tenía argumentos y las ocasiones, hasta el final, fueron todas para los locales.
La clasificación para semifinales supone un récord en la Liga de Campeones. El Barça no ha fallado en los últimos cinco años. En la temporada 07-08 eliminó al Schalke 04, en la 08-09 al Bayern Munich, en la 09-10 al Arsenal y en la pasada al Shakhtar Donetsk y por el camino dos Champions.
En la penúltima ronda le espera seguramente el Chelsea, que parte con ventaja y juega en casa la vuelta ante el Benfica (0-2), sería un duelo con muchas cuentas pendientes. Stamford Bridge, el gol de Iniesta en el 93, buenos recuerdos para el Barça. EFE