El manto del olvido aun no puede cubrir aquel 7-1 infligido por el Independiente de Arsenio Erico a Boca Juniors, un resultado grandilocuente que ninguna generación venidera de los Diablos Rojos pudo siquiera eclipsar en los siguientes 81 años de historia.
EL 21 de julio del 1940, en la Visera, el equipo de Avellaneda vapuleó a los xeneizes por la fecha 15 del campeonato argentino de Primera División.
Como era de esperarse, el Paraguayo de Oro marcó un doblete, en cuatro minutos, a los 59 y 63 minutos, el cuarto y el quinto, respectivamente, para liquidar por completo el compromiso.
El Diablo fue superior de comienzo a fin y apaleó a Boca Juniors con siete goles en un solo juego, más del 50% de los que había sufrido hasta esa jornada. Además, el Independiente conseguía la novena victoria al hilo contra el elenco azul y oro. Una locura.
Fue contra el mismo rival que vio el debut de Erico, ya que según los datos históricos, un 6 de mayo, pero de 1934, el delantero guaraní se enfundó por vez primera la camiseta roja en un partido sellado con empate a dos goles contra Boca Juniors.