Buena parte de los argentinos, aficionados al fútbol, se preguntan si el argentino Papa Francisco podrá romper el año próximo una racha negativa de tres cuartos de siglo sin que un Sumo Pontífice celebre el título ganado por la selección de su país en un Mundial.
Desde que comenzaron a disputarse estos torneos en 1930, en Uruguay, solamente el papa Pío XI (Achille Damiano Ambrogio Ratti) disfrutó, por partida doble, de los títulos que ganó la selección italiana en 1934 y 1938, en Italia y Francia, respectivamente.
Con vistas al Mundial de Brasil 2014, el diario La Nación, de Buenos Aires, recuerda este jueves que Pio XI pudo celebrar el título que ganó el equipo italiano el 10 de junio de 1934 en una final que se disputó cerca del Vaticano, en el estadio Nazionale de Roma.
Y que cuatro años más tarde Italia volvió a ganar un Mundial tras vencer en la final por 4-2 a Hungría en el estadio Olímpico de París.
Desde aquellos antecedentes, ninguno de los seis sucesores pudo repetir esas celebraciones desde el sillón de San Pedro: ni los italianos Pío XII (1939-1958), Juan XXIII (1958-1963), Pablo VI (1963-1978) y Juan Pablo I (1978), ni el polaco Juan Pablo II (1978-2005), ni el alemán Benedicto XVI (2005-2013).
"¿Podrá Francesco repetir la historia de Pío XI? Y festejar un título mundial un año después de haber asumido como Sumo Pontífice. La oportunidad será el año próximo en Brasil 2014, cuando el equipo conducido por Lionel Messi busque la tan ansiada tercera corona para Argentina”, señala el diario La Nación.
El argentino Jorge Mario Bergoglio, Papa desde el miércoles pasado, es simpatizante del San Lorenzo de Almagro, un club cuya fundación promovió un cura salesiano de 25 años llamado Lorenzo Massa en 1908, tras invitar a los niños a practicar el fútbol en su parroquia para alejarlos de la calle.
Bergoglio es el socio número 88.235 del club azulgrana, desde 2008. EFE
