Infantino tenía abierto un proceso penal iniciado por un fiscal federal extraordinario de Suiza en relación con ciertos encuentros que mantuvo en 2016 y 2017, en calidad de presidente de la FIFA, con el Fiscal General de Suiza Michael Lauber, los mismos hechos examinados por la Comisión de Ética.
La Comisión -explica en un comunicado- “ha decidido archivar la reclamación y cerrar el caso debido a la evidente ausencia de un caso prima facie en relación con la alegada infracción del Código Ético de la FIFA”.
“De acuerdo con la información disponible hasta la fecha, ningún aspecto de la conducta analizada constituye una violación de las regulaciones de la FIFA ni incurre en las provisiones del Codigo Ético, ni justifica la adopción de ninguna medida, incluida una suspensión provisional”, indica la resolución.
Infantino accedió al cargo de presidente de la FIFA en 2016 y fue reelegido tres años después.
El pasado día 7 de agosto, Infantino se dirigió a los presidentes de las federaciones miembro a través de una carta en la que subrayó su voluntad de cooperar “sin reservas” con la justicia, a raíz del proceso penal iniciado por un fiscal federal extraordinario de Suiza.
En el texto, al que tuvo acceso EFE, Infantino expresó su deseo de explicar “de una forma clara y precisa” la situación que llevó el pasado jueves a un Fiscal Federal Extraordinario de Suiza a iniciar un proceso penal en relación con ciertos encuentros que él mantuvo, en calidad de presidente de la FIFA, con el Fiscal General de Suiza Michael Lauber.
Infantino explicó en dicha carta que está “a disposición de las autoridades suizas para responder a cualquier pregunta que tengan”. “Como siempre he hecho, cooperaré sin reservas con la investigación. De hecho, espero poder tener la ocasión de responder a cualquier cuestión relacionada con este asunto, ya que simple y llanamente: no tenemos nada que ocultar”.