BUENOS RECUERDOS. La Albirroja luego de varias fechas volvió a hacer de local en el Defensores del Chaco, tras su paso por La Nueva Olla y Ciudad del Este en rondas anteriores.
La localía en Sajonia hizo que el plantel realice el tradicional recorrido desde Ypané. El trayecto por Acceso Sur y el popular Mercado 4 movilizaron a la gente que se embanderó con la tricolor para brindar el apoyo al equipo como en aquellos buenos tiempos de antaño.
IMPECABLE. El estadio Defensores del Chaco lució como en sus mejores galas: Impecable, tanto en las adyacencias, como en las gradas, la zona de prensa y el campo de juego, marcando una notable diferencia con respecto a lo que fue la primera fecha ante Perú (en el Este), en un escenario que está muy lejos de reunir condiciones mínimas para este tipo de espectáculos. Esperemos que la dirigencia mantenga la tradición y si se opta por un cambio de escenario, sea por uno superior y sin improvisaciones, con discursos populistas y rebuscados.
LOS DE SIEMPRE. A pesar del poco movimiento en la previa con relación a la venta de entradas, un número importante de revendedores se hizo presente en Sajonia desde tempranas horas. Puede faltar público, pero no el reconocido grito de “compro entrada si le sobra”.
BUENA RESPUESTA. El público se hizo presente en buen número al filo del inicio del compromiso. El horario pegado a la salida laboral tal vez influyó para que el hincha se decida y enganche sobre la hora. Si bien el marco no fue de juegos anteriores, el duelo tuvo ese colorido de partido de Eliminatorias.
RECONOCIMIENTO. Al momento de conocer los once elegidos para arrancar en la Albirroja, el público tuvo un reconocimiento especial para Ramón Sosa, siendo el más aplaudido por delante de Miguel Almirón. En contrapartida, al momento de conocer el equipo boliviano, los chiflidos fueron para el internacional Marcelo Moreno Martins, que tuvo un paso por Cerro Porteño, pero cerrando el ciclo con cuestionamientos.
GRITO GANADOR. Luego de mucho tiempo, el Defensores volvió a vibrar con el pitazo final y victoria de la Albirroja. Si bien la última fue hace dos años ante Venezuela, la misma se había confundido con el grito de “Fuera Berizzo”, el entonces entrenador nacional. Esta vez, la alegría fue única por parte de todos los presentes, que apoyaron, de principio a fin, a un equipo que por momentos dudó, pero que no recibió reproches de la afición.