“Maradona se cayó el miércoles anterior a su fallecimiento. Tuvo un golpe, se cayó y se golpeó y tampoco lo llevaron a un hospital a hacerse una resonancia o una tomografía”, dijo Rodolfo Baqué al canal TN.
Según el abogado, no fue llevado a ningún hospital a ser atendido.
“Cuando se cae, lo levantan. No fue mayor el golpe. Pero sí tuvo una caída. Se había golpeado del lado derecho, contrario a la operación. Y fue levantado y siguió su vida normal”, agregó Baqué.
El abogado explicó que Maradona, cuando sale de la Clínica Olivos, donde se lo operó de un hematoma subdural en la cabeza, tenía que ser acompañado por acompañantes terapéuticos y enfermeros: “Ellos son despedidos por el propio Maradona, en principio avalado por la psiquiatra, que permite que se vayan”.
Y agregó que no había ni médico clínico, ni cardiólogo como responsables en la casa del barrio privado de San Andrés, en la provincia de Buenos Aires, donde se recuperaba de la neurocirugía.
Sólo mencionó que en la conducción del chat que integraban las hijas de Maradona, estaba la psiquiatra, quien daba indicaciones y medicación para problemas psiquiátricos, no del corazón.
Siempre según el abogado, la enfermera Dahiana Madrid no pudo tomarle los signos vitales a Maradona porque el futbolista la despidió el primer día de trabajo. Pero el entorno del astro le pidió que se quedara y ella proveía la medicación psiquiátrica al asistente para que la tomara Maradona.
Asimismo, dijo que el día de su muerte por insuficiencia cardíaca, el miércoles de la semana pasada, lo escuchó caminar a su baño químico que tenía en la habitación.