El entrenador afirmó que, pese a que el Palmeiras llegó a la final en su condición de mejor equipo de la Libertadores de 2020 y tras haber perdido tan sólo un partido, el sábado se medirá a un Santos en igualdad de condiciones.
“Los que juegan son los jugadores y serán once contra once. Entonces estaremos en igualdad de condiciones”, aseguró Ferreira en la rueda de prensa que concedió en el Maracaná previa a la final de la Libertadores.
El técnico también descartó que el Palmeiras pueda ser considerado favorito por estar en mejores condiciones financieras que el Santos, lo que le facilitó las contrataciones, y sin haber enfrentado una crisis administrativa, financiera y futbolística como la que tuvo que encarar su rival.
“Desde que yo llegué al Palmeiras la única contratación que hicimos fue la de Breno, un jugador procedente de la segunda división. Eso es lo que puedo decir sobre el presupuesto. La parte financiera es responsabilidad de las administraciones y no del técnico”, aseguró.
“No sé si el Palmeiras gastó más o si contrató mejores (jugadores). Lo que puedo decir es que nosotros estamos preparados y que estamos listos para la final. Nuestra confianza obedece a que pondremos en práctica lo que sabemos hacer, que es jugar fútbol”, agregó igualmente al ser interrogado sobre el supuesto favoritismo del Verdao.
Ferreira aseguró que está con “la piel de gallina” por poder disputar una final en el Maracaná debido a que siempre escuchó hablar del estadio como uno de los mayores templos del fútbol mundial.
“Por eso será una oportunidad única, un desafío, un placer y una honra estar aquí para disputar una final, porque el Maracaná significa eso, un templo del fútbol”, dijo.
El entrenador portugués dijo que también será una honra, si gana el título, poder convertirse en el sucesor de su compatriota Jorge Jesús, que fue campeón de la Libertadores en 2019 como técnico del Flamengo.
“Estaré repitiendo los pasos de un entrenador que abrió las puertas para nosotros”, dijo.
Sobre el plan táctico para el sábado, afirmó que el Palmeiras no cambiará nada en relación al Santos y que mantendrá la postura que tuvo durante toda la Libertadores.
“Mañana, más que nunca, tendremos que ser fieles a nuestra identidad, fieles a nuestra forma de atacar, fieles a nuestra forma de defender. Espero que podamos seguir el plan del juego y ser el vencedor. Nuestro objetivo, más allá de llegar a la final es ganarla”, afirmó.
Ferreira admitió que el título del sábado será el primero que disputará en su condición de técnico, mientras que el entrenador del Santos, Cuca, tiene varios títulos en su carrera, incluyendo otro de la Libertadores.
Pero alegó en su defensa que hay una diferencia de 15 años entre los dos y que su objetivo cuando asumió el comando del Palmeiras no fue coleccionar títulos sino valorizar el espectáculo, valorizar los jugadores y valorizar el club. “No vine al Palmeiras a buscar títulos sino a cumplir esa misión, aunque si ganamos el título será muy bueno”, afirmó.
Sobre el volante y capitán Felipe Melo, uno de los jugadores más emblemáticos del Palmeiras y que se recuperó recientemente de una lesión que lo tuvo varias jornadas lejos de las canchas, admitió que sabe de su importancia para el equipo pero que aún no decidió si estará en el onceno inicial.
“Felipe Melo es el jugador con más títulos del Palmeiras y tiene una gran experiencia. Es lógico que nos va a ayudar mañana, si va a ser desde el comienzo o entrando en medio del partido es algo que yo tengo que decidir. Pero, independiente de eso, él nos ayudará porque es un coleccionador de títulos”, dijo.
En el partido del sábado el Pameiras buscará su segundo título de la Libertadores en la que será su quinta final en el torneo. El conjunto verde de Sao Paulo conquistó la Libertadores en 1999 y la dejó escapar en las finales de 1961, 1968 y 2000.
El Santos, por su parte, saldrá por su cuarto título tras haber obtenido la Libertadores en 1962 y 1963, cuando su equipo era liderado por el legendario Pelé, y en 2011, cuando su capitán era Neymar. Para el Santos también será su quinta final, tras haber dejado escapar el título en 2003.